Cuando emprendemos, es común mirar lo que otros hacen, sobre todo si ya tienen éxito. Pero una cosa es inspirarse y otra, muy distinta, es copiar.
- Inspirarse es observar qué hacen bien otros negocios, aprender de sus aciertos y adaptarlo a tu propio estilo, público y propósito.
- Copiar es imitar sin aportar nada nuevo, e incluso puede traerte problemas legales o dañar tu reputación.
El verdadero crecimiento está en entender al cliente, mejorar lo que ya existe y agregar tu sello personal. Al final, lo que te hará destacar no es lo que copias, sino lo que creas con autenticidad.
Consejo de emprendedor a emprendedor: Mira a tu competencia, sí. Pero no para imitarla, sino para superarla con creatividad y ética.




