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- Mejorar la experiencia del cliente. Un trato amable, atención rápida y cumplimiento en los plazos genera confianza y fidelidad.
- Ofrecer un valor extra. Pequeños añadidos como empaque más seguro, garantía extendida o un obsequio funcional marcan la diferencia.
- Destacar la calidad. Informar sobre calidad de los materiales, cumplimiento de normas, buen empaque y almacenamiento.
- Crear paquetes o combos. Vender productos relacionados juntos, que aumenten la compra a cambio de algún descuento.
- Diferenciar tu marca. Colores, mensajes y estilo propio que el cliente reconozca sobre la competencia.
- Educación del cliente. Explicar los beneficios del por qué tu producto vale su precio.